¿Quién soy?

¿Qué estoy haciendo ahora?

Como el propio  Tomàs Delclós exponía en una entrega del Defensor del Lector,  las redes sociales son un espacio de proyección del trabajo de los periodistas, fuente informativa y terreno para establecer una interlocución distinta con los lectores. Así que hay que estar ahí y, sobre todo, saber cómo hacerlo. Por ese motivo, he decidido invertir en ampliar mi formación con un curso de Aula CM, una escuela de marketing de contenidos y community manager. Allí he aprendido a elaborar planes como Social Media, gestiono una FanPage de Facebook, una cuenta de Twitter, monitorizo  campañas en las redes sociales y elaboro presupuestos.

Este blog es producto de ese empeño por crearme una marca personal y, además, aprovecho y  pongo en práctica mis conocimientos de SEO en él. Todavía está en construcción (y lo que le queda :P), pero lleva ya muchas horas de trabajo consumidas en tareas de etiquetado y categorización. Estoy preparando nuevos reportajes. Esta vez lo haré como bloguera,  sin fechas de entrega ni  el telón de fondo de la cabecera de un medio. Mi intención es cuidar las palabras clave y buscar titulares con gancho, aunque al final lo que me tira es el contenido de calidad. Mi objetivo es hacer compatibles ambas cosas y, principalmente, profesionalizar mi actividad digital.

Mi otro caballo de batalla son los idiomas. Acabo de terminar un intensivo de alemán para alcanzar un nivel A2. Invierto cinco horas diarias de clase y mucho tiempo en bichear páginas de fonética.  Nicolai Antonescu empieza a parecerme un viejo conocido :P.  Hace tiempo que me apetece empezar a estudiar lengua de signos, así que no descarto que ese sea mi próximo proyecto.

Entre tanto, busco empleo. Si te interesa contar con mi trabajo, escríbeme a aurora.ml[arroba]gmail.com

Experiencia

He sido parte de la plantilla de  ZoomNews, el nuevo periódico online de Agustín Valladolid (exdirector de de Tiempo e Interviú). Se trata de  un  medio con un perfil muy tecnológico, que se engloba en el área de las startup.  La idea inicial era diferenciarnos del resto de los digitales al apostar por reportajes en profundidad y potenciar el análisis. Me contrataron para llevar en solitario la sección Servicio Público, dedicada principalmente a temas de consumo.

De ahí pasé a ejercer como jefa del área de Sociedad, coordinando a un equipo corto en la redacción y a varios colaboradores. Era la encargada de editar los temas que llegaban de fuera y de seleccionar la agenda de ZoomNews en materia de educación, sanidad, movimientos sociales e igualdad, entre otros. Además, he publicado reportajes amplios prácticamente a diario. Estos se colaban a menudo entre los más vistos de cada semana en la página, según avalan las cifras de Google Analytics.

Previamente, había trabajado duro en la redacción de El País, tanto para la edición impresa y como para la digital. El verano de 2010 hice prácticas en la delegación de Galicia, donde fui dirigida por Sonia Vizoso y Xosé Hermida. Disfruté como reportera de calle cubriendo temas de actualidad como el rodaje de la película de Pedro Almodóvar La piel que habito o la visita del Papa a Santiago de Compostela durante la la Peregrinación y Encuentro de Jóvenes (PEJ). En 2011, regresé a la redacción central del Madrid.

La primera mitad del año estuve en la mesa de edición digital a las órdenes de Borja Echevarría, Guillermo Altares, Bernardo Marín, Juan Carlos Galindo y Ana Alfageme. Allí editaba crónicas de  los corresponsales en el extranjero y participé en especiales como 50 aniversario de Amnistía Internacional y Una ola de cambio.  Este último trabajo colectivo , dedicado a la Primavera árabe, ha recibido varios galardones. Algo me toca, puesto que fui la encargada de buscar protagonistas del cambio en Libia, Túnez y Siria e ir actualizando los contenidos.

Durante esta etapa tuve la oportunidad de escribir en Nacional e Internacional, lo que me permitió cubrir algunos de los grandes acontecimientos del año, como las revueltas en Libia o el 15-M.  Me siento afortunada de haber vivido aquella noche de la primavera de 2011 junto a la estatua  ecuestre de Carlos III en la madrileña Puerta del Sol y de  pasar horas pegada al Skype manteniendo conversaciones en inglés con vecinos de Trípoli. Años después, aún mantengo contacto con aquellos protagonistas y sigo de cerca los nuevos acontecimientos.

En El País también me tocó trabajar en  horario nocturno. El turno de 12 de la noche a 6 de la mañana me descubrió tareas mecánicas como el volcado a web de la edición de papel del día siguiente y la reorganización de las portadillas de cada sección, pero también me permitió seguir la última hora en la central nuclear de Fukushima, que era entonces un tema de plena actualidad.  He elaborado información al minuto para las redes sociales Eskup, Twitter y Facebook. Desde entonces, siempre voy a una manifestación con el smartphone, dispuesta a contar en tiempo real lo que está pasando.

La segunda mitad de 2011, pasé a la sección de Sociedad. Fui portadista digital de la sección, lo que me enseñó a manejarme con el editor web y a jerarquizar contenidos. También escribí varias entradas sobre igualdad en el blog Mujeres, contraportadas y reportajes en profundidad en la sección de Vida & Artes.  Para alguien como yo, que tiende a estirar las piernas y escribir largo, fue un gustazo encontrar un espacio para tratar los temas con el detalle que permite una doble página.

Pinchando aquí puedes ver todo lo que he escrito en El País.

Antes entrar en El País, pasé brevemente por Bolsamanía, una web de información bursátil donde aprendí algunos comandos para manejarme en Bloomberg y le cogí el gusto a la información económica. A día de hoy, mi carrera periodística se ha apartado mucho de las fluctuaciones del Ibex35, pero disfruto enormemente haciendo informaciones sobre empleo o consumo.

Estuve dos años en Grupo Joly, un conglomerado de medios andaluz. Entré con una beca en la sección de Cultura de Diario de Cádiz,  encabezada por Charo Ramos. Mi labor como aprendiz me valió un contrato de un año para Pasarela,  una sección sobre moda y gente que se publica en las nueve cabeceras que tiene el grupo.

Allí tuve que coordinar un equipo y me encontré con personal a mi cargo por primera vez en mi trayectoria profesional. Me encargaba de redactar y jerarquizar los contenidos. Sobre todo, solía hacer  entrevistas. Aquella doble página me dejó anécdotas memorables de encuentros y/o conversaciones telefónicas con Julio Iglesias, Isabel Allende, Antonio Gala, Concha Velasco o Ferrán Adriá, entre otros. También escribía una columna sobre moda y cubría cada edición de la pasarela Cibeles (ahora Mercedes Benz Fashion Week Madrid) como enviada especial.

También trabajé como freelance para LatestNews EU, un periódico gratuito dirigido por San Femi. Se traducía a tres idiomas y se distribuía por aeropuertos y estaciones de tren. Después de eso, estuve en mi primer digital: Diario Bahía de Cádiz. En aquel momento, su director, Dany Rodway, había sido galardonado con el “III Premio Andalucía Joven de la Provincia de Cádiz” en la modalidad de Medios de Comunicación por la creación de este medio. Más tarde, recibió el Premio Cibersur, lo que convierte a este pequeño periódico digital en un ejemplo de emprendimiento.

Dejé sus oficinas en San Fernando (Cádiz) para reforzar el gabinete de prensa de la Confederación de Asociaciones Vecinales de Andalucía.  Me apetecía descubrir cómo se hace información desde el otro lado, en los gabinetes de prensa. Mi breve experiencia en el campo de la comunicación corporativa me valió para llevar el clipping, redactar notas de prensa, actualizar la web y aprender a organizar eventos, como las jornadas Perspectiva de género en el Proyecto de Reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía.

Mis principios fueron en periódicos y televisiones locales de Cádiz donde aprendí a moverme como reportera y a manejar cada paso de la elaboración de noticias: redactaba, locutaba, editaba, montaba vídeos en analógico y hasta he grabado cuñas para anuncios. No imagino mejor comienzo que aquella aventura como mujer-orquesta.

Actividad digital

Soy muy activa en redes socieles. Tengo abiertas (y utilizo frecuentemente) mis perfiles en Linkedn, Google+, Facebook, Eskup y Twitter.  Utilizo con naturalidad herramientas de monitorización como TweetDeck, empleo las estadísticas de TweetBinder, programo contenidos con Buffer y ahora empiezo a ponerme las pilas con HootSuite, Socialbro, Google Trends y Google Analytics.

Mi asignatura siempre pendiente es abrir mi propio videoblog en Youtube. No descarto lanzarme a la aventura en breve. Soy habitual de los canales de varios videoblogueros y creo que es un formato lleno de posibilidades para los periodistas. Mi último descubrimiento es Alicia Ro.

Me apasiona la blogoesfera. De hecho, he tenido bitácoras en todas las plataformas posibles, incluidas algunas que ya han quedado más que obsoletas, como MSN Spaces, Fotolog o MySpace. Empecé a darle a la tecla en mis primeros años de Universidad. Escribía al menos un post diario hasta que mundo laboral se tragó a la bloguera amateur y no me quedaron horas del día. Ahora vuelvo con intención de retomarlo, en versión pro. Tras bichear en Blogger, La Coctelera, Wix y Webnode, me planto en WordPress.

El SEO y el SEM son más que familiares para mi. Una parte importante de la estrategia de expansión de ZoomNews se basa en el posicionamiento en Google. Desde que conocí las subastas de palabras y lo importante que es estar entre los primeros puestos de las búsquedas -sólo con tráfico orgánico-, lucho por conjugar el potencial de la  optimización de los textos conforme a los algoritmos, sin que eso se convierta en una dictadura que condicione el contenido.

Biografía y formación

Mi DNI dice que soy madrileña… y algo de verdad hay. Nací en Madrid, en 1983, pero mi infancia y adolescencia transcurrieron entre Cádiz y Sevilla.

Soy licenciada en Periodismo, por pura vocación.  Simultaneé mi último año de carrera con un Postgrado para Expertos en Comunicación para la paz, la defensa y la seguridad, en la Universidad de Sevilla. Entonces pensaba que en el futuro sería una corresponsal de guerra.

Con el título bajo el brazo,  comencé el doctorado en periodismo Comunicación y crítica de la cultura. Aprobé el periodo docente y, justo cuando comenzaba mi tesina, conseguí mi primer empleo como periodista. Desde entonces no he querido hacer otra cosa que ejercer este oficio.

En 2010, hice el Máster de Periodismo UAM/EL PAÍS . El paso por el número 40 de Miguel de Yuste me hizo adicta a los manuales de estilo, tiquismis con la gramática, exigente con los resultados y creativa en la búsqueda de temas. A parte de todo eso, me descubrió a quien hoy es mi pareja y me dejó afincada en Madrid.

Me puedo comunicar en cinco idiomas… En unos mejor que otros, eso sí.  Además de expresarme en castellano, puedo hacerlo en inglés, francés, alemán y checo. Soy una de esas Erasmus que llevan Europa en las venas desde que cursaron la beca. Aquel año en tierras frías me sirvió para darme cuenta de que todos mis años de aprendizaje de idiomas en la Escuela Oficial de Idiomas y varias academias no eran nada comparado a la aventura de tener que buscarme la vida en un lugar donde no controlaba la lengua. He vivido la inmersión lingüística de todas las formas posibles: he sido estudiante en la República Checa, he vivido un intercambio en casa de una familia de Baltimore (Maryland, Estados Unidos) y he trabajado en Ontario (Canadá) como group leader en dos ocasiones. 

Más sobre mí

Lo que más me gusta es leer, pero hasta un punto enfermizo. De pequeña, me daba tanta pena que se me acabase un libro que me leía hasta el índice de otros ejemplares de la colección. Hoy por hoy tengo los suficientes volúmenes como para temer una mudanza y me sé de memoria fragmentos de mis favoritos. No tengo un gusto definido. Leo a autores muy diversos: Jon Krakauer, Cormac McCarthy, Almudena Grandes, Shakespeare, Gabriel García Márquez, Gay Talese, etc. Invierto casi siempre en clásicos y en libros de periodistas, pero tampoco me pongo estirada con los bestsellers.

Confieso que soy una adicta a las tendencias. Supongo que la moda puede parecer algo frívolo a mucha gente, pero yo considero que es una expresión de lo que somos y, en algunos casos, una obra de arte. Aplaudiría de buen grado el discurso de la falsa Anna Wintour del Diablo viste de Prada.

Mis diseñadores españoles fetiche son Ana Locking y Davidelfín. También sigo de cerca a jóvenes creadores como La Casita de Wendy, Leo Otegui y Lady Desidia, aunque lo que de verdad me chifla es el chic francés. Soy fiel a una decena de blog de moda ( The Blonde Salad, Madame Courel,  Amlul) y me encantaría ser redactora de contenidos para las bitácoras de Trendipia, Asos o para la revista S Moda.

Me apasiona viajar. He recorrido prácticamente toda Europa en coche. Heredé de mis progenitores la pasión por conocer lugares nuevos. Mi madre se fue a México a bailar sevillanas cuando casi no alcanzaba la veintena, pero mi padre es el verdadero tiramillas. Programaba durante todo el año la ruta de una nueva aventura familiar, lo que incluía mapas de carreteras, acopio de latas de conserva y una cuidadosa selección de catálogos turísticos de las distintas embajadas, que iban llegando al buzón a partir de mayo. Hemos vivido la proeza de cruzar en coche el continente, desde España hasta Suecia. Luego nos volvimos más comodones y cambiamos los camping por hoteles en Marruecos e Israel.  Ahora soy yo la que hace el petate por su cuenta. Sueño con pisar La India, Turquía, Japón, Kenia, Grecia y otros tantos lugares.

La banda sonora de mi vida incluiría temas del disco 21 de Adele,  Amy Winehouse, Lana del Rey, Paramore, Foo Fighters, Nirvana, Lantana, Tulsa y Zahara.

El cine está entre mis psicopatías. A pesar de lo que ha subido el precio de la entrada en los últimos años, me sigue pareciendo un plan inmejorable ver películas en pantalla grande. Puedo llegar a prescindir (con mucho esfuerzo) de las palomitas, pero no renuncio a la versión original en los Yelmo o los Princesa.  Me encanta tuitear entregas de premios como los Goya o los Oscar. Siempre hago mis quinielas.

Esto no quita que, de un tiempo a esta parte, prefiera las series a las películas. La HBO le ha ganado la mano a Hollywood. No cabe duda. Los Soprano, The Wire, Breaking Bad, Mad Men, Friends, Sexo en Nueva York, Girls, Hannibal, Juego de Tronos, A dos metros bajo tierra y Black Mirror están entre mis favoritas… pero no son las únicas. Veo tantas, que es imprescindible que lleve un calendario estricto de visionado. Miriam Lagoa me convirtió en su día un pequeño monstruito devorador de buenos episodios. Una de mis ilusiones es profesionalizar este vicio y trabajar en un blog de seriéfilos como Quinta temporada.

Me gustan otras muchas cosas que no caben en categorías: Moderna de Pueblo, el regaliz rojo, Paula Bonet, Salvados, El Fabuloso, Diario de una Volatil, las naranjas, el olor a vainilla, Esther y su mundo, el color azul turquesa, la falda midi, la moda de los años, las pin-up, el burlesque, The Hole, el Circo del Sol, Kim Casali, el erotismo, la Hilda de Duane Bryers, Desayuno con diamantes, La vie en rose, Como agua para chocolate, París, Michael Haneke, Vincent van Gogh, Gaudí, Jordi Labanda, la Gorda te da de comer, los gintonics, Morocco, los musicales, Eugenio Recuenco, Audrey Hepburn, Amélie, la Gabinoteca, los desfiles de Galliano, el Mercado de motores y Annie Leibovitz.