«No me digas cómo acaba la historia, por favor», decía uno de los personajes de McCarthy en La Carretera. Esta frase sencilla está entre mis favoritas. Me sugiere un camino por el que una avanza con confianza, pero sin saber muy bien lo que le espera. Algo así es lo que pasa cuando se estrena blog. Nunca sabes dónde terminará la aventura. De momento, solo cuento con una hoja de ruta escueta.
Este blog con la que acaban de tropezar es estrictamente personal. Una, además de periodista, es un montón de cosas y de todas se puede escribir algo. Aclaro esto porque no encontrarán nada parecido al Ojo izquierdo o El dardo en la palabra, que para eso están sus autores.
A cambio, les dejo los artículos que he publicado durante la última década en medios como El País, ZoomNews o Diario de Cádiz. He trabajado mucho en etiquetar los contenidos y categorizarlos adecuadamente para que el lector tenga un acceso más cómodo a los temas que le interesan. De momento están organizados por secciones pero, cuando haya terminado con la carpintería, espero dejar lista una página recopilatoria con los reportaje compilados según el medio donde fueron publicados.
No todo será hemeroteca. Mi intención es publicar, al menos, un post nuevo cada semana. Tengo algunas ideas. Siempre he pensado que las redacciones deberían de tener una cámara oculta, porque suceden cosas divertidísimas. Por eso, he decidido relatar la cocina de algunos de mis trabajos ya publicados. Contaré lo que éticamente se pueda contar. Habrá muchos contenidos sobre Social Media, en parte porque son mis deberes de Aula CM y en parte porque es una manera de seguir profundizando en ese mundo. Me atreveré con recomendaciones de restaurantes, libros, series, destinos para viajar y cualquier otra cosa que suponga compartir grandes descubrimientos. Me apetece hacer reportajes a la antigua usanza, aunque no tengo muy claro si las fuentes se tomarán un minuto para contestar a una bloguera, ¡confío en que sí!. Y tampoco descarto hacer una especie de diario profesional con mis venturas y desventuras en la búsqueda de empleo. Puede que mucha gente se sienta identificada y, a unas malas, nos echamos unas risas.
No perdáis la ocasión de echarle un ojo a la página ¿Quién soy?. No es un currículo al uso. He optado por un formato más denso, pero también más personal que me sirve para detallar mis competencias profesionales por medio de mi trayectoria laboral y mi aficiones. Es un buen vehículo también para soñar con proyectos futuros.
Me queda por marcar la política de comentarios. Se agradece cualquier intercambio de opiniones, puntualización, corrección o sugerencia. ¡Lo que sea!. Aquí no se censura a nadie… Pero tampoco se alimentan troles. Por lo tanto, la única excepción serán insultos, amenazas o spam. En esos casos, se eliminará el comentario.
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El tiralíneas 